miércoles, 18 de enero de 2012

Orar con Humildad


ORAR CON HUMILDAD
" 1Señor, escucha mi oración;
tú, que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú, que eres justo, escúchame.
2No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.

3El enemigo me persigue a muerte,
empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
4Mi aliento desfallece,
mi corazón dentro de mí está yerto.
5Recuerdo los tiempos antiguos,
medito todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
6y extiendo mis brazos hacia ti:
tengo sed de ti como tierra reseca.

7Escúchame enseguida, Señor,
que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.

8En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti.
Indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.

9Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
10Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.

11Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame de la angustia.
12Por tu gracia, destruye a mis enemigos,
aniquila a todos los que me acosan,
que siervo tuyo soy. " (1)

Nota: En este último versículo es importante aclarar que una Oración dirigida a Dios de Amor no se puede solicitar mal alguno a nadie. Al referir destrucción y aniquilación es para dar muerte a todo lo malo que hay dentro de nosotros, a todos los apegos terrenales;  a lo que nos impide ver más allá; todo lo que nos impide ser humildes y rendir absolutamente a Dios. (2)

(1) Salmo 143 (142)
(2) MGCHC

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