domingo, 15 de enero de 2012

ORACIÓN




ORACIÓN

Yo te alabo, mi Dios, porque escuchas mi oración,
porque me oyes cuando te invocó, y si me persigue la tentación para imperdirme
rezar, clamo por el nombre del Señor: ¡Jesús¡ La ansiedad pierde su fuerza, la
aflicción pierde su poder y el enemigo huye confuso sin poder hacerme mal. Tú,
mi Dios, eres bueno, lleno de ternura y misericordia. Cuidas de mí cuando estoy
débil y abatido. Cuando estoy en mis peores días, Tú, Señor, me tomas en tus
brazos. Se queda en paz mi corazón, porque Dios no lo acusa, Él lo ama y está
en él.

Libra, Señor, mi alma de la muerte espiritual, que
alcanza a todos los que abandonan la oración. Seca, Señor, mis lágrimas y no me
dejes caídos en mi sufrimiento. Por el poder del nombre de Jesús, sálvame; por
su santa cruz, ¡libérame¡ ¡Escúchame, Señor¡ ¡Atiende mi oración¡ ¡Ven en mi
auxilio¡, protege mi vida y mi familia¡ Líbrame de todas estas aflicciones por
las que estoy pasando; dame la victoria sobre ellas, y derrota todo el mal que
por mí mismo no consigo derrotar.

Tú, mi Dios, eres fiel. ¡Escucha la oración que
hago en este momento¡ Yo suplico: ¡Ayúdame¡, pues yo levanto mis manos
hacia la Santa Cruz de Jesús, hacia su sangre preciosa, como un niño que
necesita ser amparado.

Señor, las cosas no son fáciles para mí y yo estoy
debilitado. ¡ Socórreme de prisa¡ Muéstrame qué camino debo seguir, porque yo
quiero hacer tu voluntad. Enséñame a respetarte y a obedecerte, para que tu
Espíritu Santo esté siempre sobre mí y me conduzca.

Bendito seas, mi Señor, porque sé que me oyes y me
atiendes, porque me amas y cuidas de mí. No me quedaré decepcionado, pues en el
Señor yo confío. Ayúdame a abrir mi corazón para recibir, abundantemente, todos
los dones que tú, Señor, quieres concederme.

Creo firmemente que ninguna oración hecha con fe,
con deseo y perseverancia, se queda sin respuesta. Creo que a todo hombre y
mujer de oración, el Señor comunica su poder y su sabiduría.

¡Yo te alabo, mi Dios, porque esta es la fuerza
que Tú derramas sobre mi en este momento¡ ¡Alabanzas y glorias al Señor¡

EJERCICIO ESPIRITUAL

1.- Vé como Dios te ama y desea estar a solas
contigo, para atenderte en particular y restaurar las fuerzas de tu espíritu,
en el texto de Mt 6,5-13.

2.- Has una experiencia nueva en este día: busca
quedarte lo más que puedas para escuchar la voz de Dios en tu corazón. En la
primera oportunidad, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ve si Él cumple o
no su palabra de estar allí contigo.

3.- Mientras más te dediques al encuentro con Dios
en cada día, más verás la gracia de Él florecer en tu vida, mayor será tu
fuerza espiritual y más se aproximarán a ti las personas. Durante esta semana,
encuentra varias oportunidades para estar en un lugar alejado haciendo la
oración. Jesús estará allí para abrazarte y para curarte.

4.- Verifica si en tu parroquia existe un grupo de
oración, haz la experiencia de participar en él. Eso fortalecerá tu oración
personal.

Autor: Marció Méndez

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