miércoles, 25 de enero de 2012

LOS DONES Y VIRTUDES DEL ESPÍRITU SANTO

 
 
"... un DON, es un regalo gratuito que Dios nos da al ser humano al ser bautizados en el nombre de su Santísima Trinidad.
podría decirse que el Señor nos ama tanto, que quiere adornarnos con sus dones para embellecernos.
 
Los dones del Espíritu de Dios, no son para encerrarse bajo llave y olvidarse de ellos. Si el Señor nos ha favorecido con ellos es para cultivarnos, y después hacer que estos florezcan en nosotros en virtudes, que nos ayudarán a creer en el amor de Dios, en la caridad a nuestros semejantes y en el cuidado de todas las obras que nos ha dado para nuestro beneficio, ya que dependemos de la naturaleza para sobrevivir en nuestras necesidades.
 
Las Virtudes infusas que recibimos de Dios, como un regalo, son la Fe, la Esperanza y la Caridad. La Fe, es una luz sobre-natural que nos hace creer en Dios, sin verlo. La virtud de la Esperanza nos lleva a esperar en las promesas de Dios, para después de nuestra muerte. También nos alienta en los momentos díficiles de nuestra vida, para perseverar, hasta el fin, en su gracia divina. La Caridad, es la virtud que nos perfecciona y nos asemeja a Dios, porque "Dios es Amor" 1 Jn. 4,16, y se complace en todos los que practican la caridad, porque esa virtud nunca pasará, sino que viviremos eternamente, extasiados amando a Dios. Por eso, y con justa razón dice San Pablo: "La más excelente es la Caridad". 1 Co 13, 1-13.
 
Para quienes esperamos en las promesas de Dios, es muy recomendable, pedirle que aumente su amor en nosotros, ya que del grado de amor, con que hayamos amado a los demás, dependerá nuestra felicidad en el cielo.
 
Existen otras virtudes que son fruto de los dones del Espíritu Santo y que ya hemos mencionado antes, estas se adquieren a base de la práctica constante con ellas, es decir, si queremos ser generosos, debemos practicar esta virtud hasta hacerla nuestra; si queremos ser pacíficos, tenemos que esforzarnos a morir a nosotros mismos, para conservar la paz con los demás.
 
Vale la pena practicar las virtudes en nosotros mismos porque sólo así el Señor habitará en nuestra alma."
 
 
Autor: Hermana María de Nazareth Kuri Trad, O. S. B.

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