Es feliz si el hombre es un esposo abnegado, temperante y generoso.
Es feliz si la mujer es una esposa industriosa, dedicada y abnegada.
Es feliz si los hijos honran, aman y obedecen a sus padres.
Es feliz si todos cooperan y se ayudan mutuamente para lograr el éxito en la vocación que cada uno ha elegido.
Es feliz el espíritu de caridad y comprensión penetra en todas las acciones.
Es feliz si todos perseveran en la oración con Dios.
“Sé como el sabio que se encumbró Pero nunca anduvo errante. Fiel a la semejanza del Cielo es el hogar”.
Wordsworth