martes, 7 de agosto de 2012

TRANSFIGURACIÓN







Señor, una vez más estamos juntos.
Juntos estamos Tú y yo, Tú y mis hermanos.
Tu vida ha penetrado en mi vida.
Mi historia es tan banal, tan vacía,
tan mediocre.
Y nisiquiera tengo historia.
A veces, hasta me pregunto
si mi vida tiene sentido,
¡Tanto vacío, tanta complicación,
tanta infidelidad¡
Pero cuando estoy contigo es como si el entusiasmo,
el ánimo, renacieran, revivieran.

Y hoy he visto con mis hermanos,
con Pedro, Santiago y Juan,
tu semblante transfigurado,
iluminado, resplandeciente.
Tú Señor Jesús, Tú eres el Dios de toda luz.
Tú el Dios de toda claridad y belleza.

Es bueno estar a tu lado,
es bueno convivir contigo.
Pedro, mejor aún, Señor,
mejor aún es tener la certeza de que
estás conmigo en la vida,
por la gracia, por tu amor.

Libremente, alegremente,
jubilosamente te suplico, que yo me vaya
identificando cada vez más contigo,
hasta el punto de poder decir
con los apóstoles:
"¡Qué bien estamos aquí, Señor¡".

Pbro. Ignacio Larrañaga.


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