martes, 5 de junio de 2012
ENTREMOS A LA PRESENCIA DEL SEÑOR
Eres la luz y siembras claridades;
abres los anchos cielos que sostienen,
como un pilar, los brazos de tu padre.
Arrebata en rojos torbellinos,
el alba apagada estrellas lejanísimas;
la tierra se estremece de rocío.
Mientras la noche cede y se disuelve,
la estrella matinal, signo de Cristo,
levanta el nuevo día y lo establece.
Eres la luz total, Día a Día,
el Uno en todo, el Trino todo en Uno:
¡Gloria a tu mistriosa teofanía¡ Amén.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario